El fabricante surcoreano Samsung Electronics confirmó que, en respuesta a una demanda sin precedentes impulsada por la expansión de la inteligencia artificial y la construcción acelerada de centros de datos, ha elevado los precios de sus chips de memoria hasta un 60 % con respecto a septiembre de este año.
Analistas e informantes de la industria explicaron que los módulos DDR5 de 32 GB, uno de los formatos más demandados para infraestructura de servidores, pasaron de costar 149 dólares en septiembre a 239 dólares en noviembre. Paralelamente, los chips de 16 GB y 128 GB registraron aumentos cercanos al 50 %, y los de 64 GB y 96 GB también superaron incrementos del 30 %.
Según fuentes cercanas a la empresa, Samsung decidió retrasar la publicación de los precios contractuales de suministro de octubre, lo que permitió al fabricante aplicar ajustes más agresivos ante la escasez de suministro global.
El contexto de esta subida responde principalmente al auge de la inteligencia artificial generativa, la construcción masiva de centros de datos y la presión sobre la cadena de suministro de semiconductores, lo que coloca a Samsung —el mayor fabricante de chips de memoria del mundo— en una posición de fuerza para fijar precios más elevados frente a sus competidores.
Para los integradores de servidores y compañías que construyen infraestructura de IA, esta alza representa un desafío inmediato: los presupuestos ya establecidos deben ajustarse, los márgenes se reducen y algunos proyectos podrían retrasarse ante la falta de disponibilidad o el encarecimiento de componentes clave.
Además, esta tendencia plantea un efecto cascada hacia los productos de consumo: smartphones, laptops y workstations que utilizan estos módulos de memoria podrían ver reflejado el aumento en sus precios finales. Marcas como Xiaomi ya han alertado sobre este impacto en sus costos de fabricación.
Por otra parte, pese a este escenario, Samsung ha logrado beneficiarse de la situación. Su retraso en la producción de chips avanzados de IA le ha permitido conservar mayor control sobre los precios de sus módulos de memoria tradicionales, superando a rivales como SK Hynix y Micron Technology en poder de fijación de precios.
Analistas de la firma TrendForce anticipan que Samsung podría seguir elevando los precios contractuales entre un 40 % y un 50 % en el cuarto trimestre, porcentajes significativamente mayores que la media del sector, que se ubica cerca del 30 %.
En resumen, la escalada de precios de los chips de memoria de Samsung no solo marca un hito en la industria de semiconductores, sino que también resalta la magnitud del impacto que la inteligencia artificial está generando en la tecnología, la economía y las cadenas globales de suministro.














